lunes, 30 de junio de 2014

La peor pesadilla promocional de nuestras vidas: George Lucas y 'Star Wars'

El horror cultural acecha tras cualquier esquina en internet. Uno va navegando tranquilamente y, de pronto, se topa con una página como la siguiente: una cuenta atrás que muestra cuantos años, meses, días, minutos y segundos faltan para que se estrene el séptimo episodio de Star Wars (539 días, 11 horas, 49 minutos y 37 segundos en el instante en que se escribe esta frase).
¿Y qué tiene de malo esta página?, se preguntarán ustedes. Pues mucho si se ve como un símbolo de la pesadilla cultural y periodística en la que se ha convertido la promoción de la saga galáctica más popular de la historia. En efecto, la prensa internacional ha decidido que cualquier noticia sobre los preparativos del filme, por absurda que sea, tiene interés mundial. Atentos a algunos de los cientos de titulares generados en los últimos días:
"Harrison Ford se rompe el tobillo durante el rodaje de la nueva de Star Wars", "Harrison Ford se rompió la pierna y no el tobillo", "Harrison Ford continuará filmando pese a la fractura", "Harrison Ford abandonará el rodaje durante dos meses", "Harrison Ford actuará en Star Wars de cintura para arriba",  "La lesión de Harrison Ford podría retrasar el estreno", "Lucasfilm afirma que el estreno de Star Wars no se pospondrá", "Simon Pegg podría aparecer en Star Wars VII", "Simon Pegg desmiente su 'papel secreto' en Star Wars VII", "Los Ewoks exigen un papel en Star Wars VII", "Protestantes irán vestidos de Star Wars a la convención de Google", "Deportado por asesinato vinculado a Star Wars", "El burro al servicio de Star Wars"... Y así hasta el infinito y más allá.
Lo importante no es que se publiquen constantemente noticias falsas, no. Tampoco que perdamos el tiempo con rumores que son desmentidos veinticuatro horas después generando una nueva avalancha de noticias. Lo trascendente sería dilucidar si tiene algún sentido publicar informaciones diarias sobre una película que se estrena dentro de un año y medio (que sean ciertas o no, ya casi es lo de menos: cuando a uno le caen encima 274 noticias sobre el mismo filme, lo único que quiere es que se detenga la avalancha antes de sufrir una embolia cerebral).
¿Es realmente imprescindible someter al planeta entero a este chorreo despam informativo? ¿Es absolutamente necesario conocer si Harrison Ford caga duro o blando durante su convalecencia? ¿Qué va a ser lo siguiente? ¿Vídeos de Chewbacca haciéndose la depilación brasileña durante un descanso del rodaje? ¿Artículos sobre un pastor enajenado que ha decidido disfrazar a sus ovejas de soldados imperiales? ¿Fotos de una turbamulta de Ewoks atacando con cócteles molotov la mansión de George Lucas por no ofrecerles trabajo? (Vale, esto último quizás sí sería informativamente relevante, pero todo lo anterior no...).
¿Qué hemos hecho para merecer esto? ¿Quién es el culpable de este infierno informativo? Pues un poco todos. Por un lado, los periodistas culturales; por el otro, los obsesivos seguidores de la saga galáctica. Y por último: George Lucas.  Culpable de haber convertido la saga en un fenómeno de marketing. Culpable de no haber dejado la cosa como estaba en los ochenta. Vale que la idea original era hacer más de una trilogía, pero nadie dijo que la segunda tuviera que ser mucho peor que la primera (aunque hiciera mucha pasta, eso sí, muchísima; lo que explicaría, en parte, el bombardeo galáctico a esta hora de la tarde).
Resumiendo: que sí, que sí, que la primera trilogía galáctica fue un hito, que todos lo pasamos en grande cada vez que la vemos (este periodista, por ejemplo, ha visto alrededor de ocho veces cada una de las tres películas), pero todo tiene un límite. Dado que después de Star Wars 7, vendrán Star Wars 8 (2017) y Star Wars 9 (2019), ha llegado el momento de tomar cartas en el asunto.
Desde esta humilde columna solicitamos que Amnistía Internacional, Naciones Unidas, Podemos y cualquier otra organización que se tome en serio los derechos humanos, exijan una moratoria de noticias sobre Star Wars durante los próximos doce meses. ¿Dónde están Ban Ki-moon y Pablo Iglesias cuando se les necesita, eh, dónde están?
Por cierto, faltan 539 días, diez horas, 55 minutos y 54 segundos para que se estrene Star Wars 7. Que lo sepan...
Sacado del blog http://blogs.elconfidencial.com

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